Esos trozos de pollo olvidados en el fondo de la nevera que se han guisado y quedan y quedan... Solución: rebozarlos en huevo y el típico "crunchy" crujiente, en una sartén con aceite de girasol bien caliente y vuelta y vuelta...
Y como nos ha sobrado huevo batido y el crujiente, lo mezclamos y hacemos unas bolitas de aperitivo! Seguro que también se pasea alguna salsa por la nevera para untarlas.
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