Existen en nuestra vida de todos los días múltiples ocasiones de dar a nuestras manos la suavidad deseada...
El olor a ajo desaparecerá, si nos lavamos las manos frotándolas con los restos de café molido, también el olor a cebolla desaparecerá si frotamos perejil entre los dedos, y el de pescado al frotar las manos con sal antes de lavarlas.
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